La Vida Cotidiana en el Camino

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Las poblaciones medievales están generalmente rodeadas por una muralla defensiva, en la que varias puertas abren a los caminos más importantes. El trazado urbano es sinuoso e irregular, existiendo a veces zonas despobladas. Las ciudades tienen diferentes barrios, que agrupan a la población en función de su procedencia, su religión o su actividad. 




CASTILLO

El castillo medieval era la residencia privada del señor feudal. El castillo era, al mismo tiempo, un hogar y una fortaleza, defendida por altas murallas y gruesos muros. Aquí se podía resguardar la población en caso de un ataque.

La habitación principal del castillo era el salón, que se usaba para comer, dormir y atender los asuntos cotidianos. Mientras degustaban ricos platos, los señores feudales podían disfrutar de la música interpretada por un juglar o de las gracias realizadas por los bufones.

El cuerpo de soldados que vivían en un castillo y lo defendían se llamaba guarnición. A cambio del alojamiento y comida, peleaban por el señor y defendían el castillo.

Los soldados vestían cotas de malla y placas de metal para protegerse de los golpes. Entre sus armas estaban las espadas, arcos, ballestas, mazas o lanzas.

IGLESIA

Después del señor feudal, el personaje más importante de un pueblo medieval es el párroco. Es una persona respetada y su cultura, algo superior a la del resto, hace que todo el mundo acuda a solicitar su consejo.

El cura tiene derecho a percibir una décima parte de lo que produce cada aldeano. Este impuesto se llama diezmo. Es obligatorio acudir a misa todos los domingos y festivos. Durante el servicio, la mayoría de la gente está de pie o de rodillas, porque no hay asientos. El cura explica la misa en latín.


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